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Contenido
- 1Introducción
- 1.1 Breve presentación de la Capilla Mayor y su relevancia dentro de la Catedral de Santiago de Compostela
- 1.2 Importancia histórica y cultural
- 2Ubicación y Contexto de la Capilla Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela
- 2.1 Descripción de la ubicación dentro de la catedral
- 2.2 Importancia dentro del Camino de Santiago
- 2.3 Relación con el altar mayor y el Pórtico de la Gloria
- 3Historia de la Capilla Mayor
- 3.1 Construcción y evolución a lo largo de los siglos
- 3.2 Arquitectos y artistas involucrados
- 3.3 Renovaciones significativas y restauraciones recientes
- 4Arquitectura y Diseño de la Capilla Mayor
- 4.1 Estilo arquitectónico: transición del románico al barroco
- 4.2 Elementos característicos: retablo mayor, baldaquino, escalinata
- 4.3 Materiales y técnicas utilizadas
- 5El Retablo Mayor: Obra Maestra del Barroco Gallego
- 5.1 Autores y características artísticas
- 5.2 Iconografía: figuras y su significado
- 5.3 Influencias y comparativas con otros retablos
- 6Significado Religioso y Simbólico de la Capilla Mayor
- 6.1 Relación con el Apóstol Santiago y las Peregrinaciones
- 6.2 Ritualidad y Celebraciones que Giran en Torno a la Capilla Mayor
- 7Curiosidades y Datos Interesantes
- 7.1 Anecdotario Histórico y Cultural
- 7.2 Leyendas Asociadas a la Capilla Mayor
- 7.3 Influencia en la Literatura y el Arte
- 8Conclusión
- 8.1 Resumen de la importancia de la Capilla Mayor en la historia, el arte y la fe
- 8.2 Invitación a descubrirla en persona
Introducción
Breve presentación de la Capilla Mayor y su relevancia dentro de la Catedral de Santiago de Compostela
La Capilla Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela es el corazón espiritual y artístico de este icónico templo. Situada sobre el sepulcro del Apóstol Santiago, la capilla no solo constituye el epicentro del culto y la devoción en la catedral, sino que también es una joya arquitectónica que combina el legado románico con una imponente transformación barroca. Este espacio, presidido por la majestuosa figura del Santiago Sedente, ha sido testigo de siglos de historia, convirtiéndose en un punto de peregrinación ineludible para millones de personas que recorren el Camino de Santiago.


El baldaquino barroco que la corona, diseñado por maestros como Domingo de Andrade y Vega y Verdugo, es una de las imágenes más reconocibles de la catedral. Este monumento, con su rica ornamentación de plata, mármol y madera, es un símbolo del esplendor artístico de los siglos XVII y XVIII, y refleja la importancia que la capilla tiene no solo como espacio sagrado, sino también como obra maestra del arte religioso en Europa.



Importancia histórica y cultural
La Capilla Mayor es mucho más que un espacio arquitectónico; es un puente entre el pasado y el presente, y un testimonio vivo del papel central de Santiago en la historia del cristianismo. Desde sus orígenes prerrománicos bajo los reinados de Alfonso II y Alfonso III, hasta su consagración en el siglo XII con la catedral románica, la capilla ha evolucionado junto con la ciudad de Santiago y su papel como destino de peregrinación.
La transformación barroca impulsada por artistas como Vega y Verdugo y Domingo de Andrade, con el apoyo de arzobispos y benefactores, marcó una etapa de esplendor que convirtió a este espacio en un emblema de poder y fe. Su decoración, enriquecida con materiales preciosos y obras de arte únicas, refleja la devoción y el compromiso de generaciones con la figura del Apóstol Santiago.
Culturalmente, la Capilla Mayor también simboliza el encuentro entre tradición y renovación. Desde las mesas de mármol prerrománicas hasta los elementos barrocos como el camarín de Santiago y las lámparas votivas, cada detalle habla de una historia compartida que ha moldeado no solo a la catedral, sino también a la identidad de Galicia y su papel en la cristiandad.
Con esta capilla, la Catedral de Santiago no solo acoge el sepulcro del Apóstol, sino que también ofrece a sus visitantes un recorrido por siglos de arte, historia y espiritualidad, consolidándose como uno de los mayores tesoros culturales y religiosos de Europa.
Ubicación y Contexto de la Capilla Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela
Descripción de la ubicación dentro de la catedral
La Capilla Mayor se encuentra en el corazón arquitectónico y espiritual de la Catedral de Santiago de Compostela, ocupando el extremo oriental de la nave principal, en la cabecera del templo. Este espacio emblemático se alza directamente sobre el sepulcro del Apóstol Santiago, que constituye el núcleo fundacional del santuario.
Desde esta privilegiada posición, la capilla está delimitada por el deambulatorio y el presbiterio, conectando de manera armónica con el resto del edificio. Además, la Capilla Mayor se destaca por su baldaquino barroco, que corona el altar mayor, y por la integración de elementos medievales, renacentistas y barrocos, lo que la convierte en un símbolo de la riqueza histórica de la catedral. Su ubicación estratégica no solo la enmarca como epicentro litúrgico, sino también como punto de convergencia visual y devocional para los peregrinos y visitantes.
Importancia dentro del Camino de Santiago
La Capilla Mayor es un destino fundamental para los peregrinos que recorren el Camino de Santiago, pues su ubicación sobre el sepulcro del Apóstol la consagra como la meta final del itinerario jacobeo.

Desde su fundación, el Camino ha atraído a millones de personas de toda Europa y del mundo, convirtiéndose en un fenómeno espiritual, cultural y artístico de alcance universal. En este contexto, la Capilla Mayor actúa como el núcleo sacro donde se materializa la experiencia espiritual del peregrino.
El altar mayor, con la imagen de Santiago Sedente, simboliza la recompensa tras la ardua travesía y ofrece un espacio para la veneración y la reflexión. Este enclave refuerza la conexión entre los peregrinos y la tradición milenaria que sustenta el Camino, consolidando la Catedral como uno de los mayores centros de peregrinación cristiana.


Relación con el altar mayor y el Pórtico de la Gloria
La Capilla Mayor está estrechamente vinculada con el altar mayor y el majestuoso Pórtico de la Gloria, formando un eje central que sintetiza la espiritualidad y la monumentalidad de la Catedral de Santiago.
El altar mayor, ricamente decorado con plata, piedras preciosas y esculturas barrocas, es el foco litúrgico y artístico de la capilla. Bajo este altar se encuentra el camarín de Santiago, que alberga la venerada figura del Apóstol y conecta simbólicamente con su tumba.
Por otro lado, el Pórtico de la Gloria, obra maestra del maestro Mateo, actúa como preludio visual y espiritual al espacio de la Capilla Mayor. Sus esculturas cargadas de simbolismo guían al peregrino desde la entrada hasta el presbiterio, reforzando la narrativa del peregrinaje como un camino hacia la salvación. Esta relación entre los elementos constituye un diálogo arquitectónico y simbólico que enriquece la experiencia del visitante y resalta la unicidad del conjunto catedralicio.
Historia de la Capilla Mayor
Construcción y evolución a lo largo de los siglos
La Capilla Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela tiene sus raíces en el sepulcro apostólico de Santiago el Mayor, el eje central de la espiritualidad y la arquitectura del lugar. Sobre el Arca Marmórica, un mausoleo romano de mármol que custodia los restos del apóstol, se levantaron las primeras iglesias prerrománicas durante los reinados de Alfonso II y Alfonso III. Estas estructuras fueron el germen de la actual catedral románica, cuya construcción comenzó en 1075 bajo el patrocinio del obispo Diego Peláez.
Hacia 1105, el arzobispo Diego Gelmírez impulsó una transformación significativa, adaptando la capilla mayor al creciente flujo de peregrinos. El espacio ganó en monumentalidad con un cimborrio y un baldaquino que, aunque renovados en épocas posteriores, sentaron las bases de su configuración. Durante los siglos XV y XVI, se realizaron diversas reformas, adaptando el entorno a las nuevas corrientes artísticas y necesidades litúrgicas.
La transformación barroca llegó en los siglos XVII y XVIII con el impulso de arquitectos como Vega y Verdugo, quienes ampliaron y ennoblecieron el espacio. Se añadió un espectacular baldaquino y se adaptó la imagen de Santiago Sedente, revestida con elementos preciosos que subrayaban su carácter simbólico. En el siglo XIX, se llevaron a cabo intervenciones menores, pero significativas, para conservar su esplendor.
Arquitectos y artistas involucrados
A lo largo de los siglos, la Capilla Mayor ha sido escenario del trabajo de algunos de los más destacados arquitectos y artistas. En sus primeras etapas, Diego Gelmírez lideró las obras de ampliación de la catedral románica, mientras que el siglo XVII marcó un punto de inflexión con figuras como Domingo de Andrade y Vega y Verdugo, responsables del diseño y construcción del majestuoso baldaquino barroco.
Artistas como Pedro de la Torre, Bernardo Cabrera y Mateo de Prado contribuyeron con esculturas y elementos decorativos que enriquecieron la capilla. La imagen de Santiago Caballero, saltando sobre su blanco corcel, es una de las aportaciones más icónicas de Mateo de Prado.


En el ámbito de la orfebrería, Juan de Figueroa destacó con la creación del frontal argénteo del altar y otros ornamentos de plata, mientras que Melchor de Prado diseñó esculturas clave como la Inmaculada. Este enfoque colaborativo entre artistas y arquitectos resultó en un espacio monumental que combina funcionalidad litúrgica y magnificencia artística.

Renovaciones significativas y restauraciones recientes
Las renovaciones más significativas tuvieron lugar entre los siglos XVII y XVIII, cuando se definió el aspecto barroco que caracteriza a la capilla hoy en día. Vega y Verdugo renovaron el suelo y el baldaquino, mientras que la plata del altar de Gelmírez fue fundida para crear el camarín que alberga la imagen titular. También se incorporaron las tribunas altas y se embellecieron los pilares medievales con mármoles, jaspes y columnas salomónicas.
En épocas modernas, la Capilla Mayor ha sido objeto de restauraciones destinadas a conservar su rico patrimonio. En el siglo XX, se llevaron a cabo trabajos de mantenimiento en el baldaquino y la bóveda medieval, respetando las técnicas originales para preservar su autenticidad. Más recientemente, en el siglo XXI, las intervenciones se han centrado en la limpieza de superficies, la reparación de esculturas dañadas y la modernización de la iluminación, asegurando que la Capilla Mayor continúe siendo un punto central del culto y la peregrinación.

Estas restauraciones no solo buscan conservar su valor histórico y artístico, sino también garantizar que su magnificencia inspire a los millones de visitantes que llegan a Santiago de Compostela cada año.
Arquitectura y Diseño de la Capilla Mayor
Estilo arquitectónico: transición del románico al barroco
La Capilla Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela encarna un viaje arquitectónico único que abarca siglos, desde el románico hasta el esplendor barroco. Este espacio central conserva elementos esenciales del románico, visibles en las bases de los pilares y en la estructura general del deambulatorio medieval. Sin embargo, los siglos XVII y XVIII transformaron esta esencia inicial mediante una profunda renovación que adoptó el barroco como lenguaje principal.
El cambio estilístico fue liderado por figuras clave como Vega y Verdugo y Domingo de Andrade, quienes redefinieron la Capilla Mayor con una arquitectura de movimiento y teatralidad. El baldaquino barroco, con su monumental presencia, se convirtió en un símbolo de esta transición, superponiéndose a la sobriedad románica con una riqueza ornamental y una expresividad que buscaban enaltecer la devoción apostólica. Esta combinación de estilos refleja no solo el progreso arquitectónico, sino también la evolución de la espiritualidad y la liturgia de la catedral.
Elementos característicos: retablo mayor, baldaquino, escalinata
La Capilla Mayor destaca por la integración de elementos emblemáticos que definen su diseño. Entre ellos, el retablo mayor ocupa un lugar central. Diseñado bajo la influencia barroca, este retablo alberga la icónica figura de Santiago Sedente, una escultura medieval transformada y realzada con detalles preciosos como la esclavina de plata y piedras preciosas. La riqueza de su frontal argénteo, obra del orfebre Juan de Figueroa, añade un toque de esplendor que capta la mirada de los visitantes.

El baldaquino, proyectado por Domingo de Andrade, es quizás la pieza más distintiva. Su estructura, inspirada en el baldaquino de San Pedro de Roma, se eleva como un conjunto monumental de madera dorada, sostenido por angelotes en lugar de columnas. Culmina en un coronamiento piramidal que remite al arte barroco sevillano. Este elemento no solo enmarca visualmente el altar, sino que simboliza el vínculo celestial entre Santiago y su devota comunidad.
La escalinata que conduce al altar mayor refuerza el dramatismo del espacio, creando un recorrido ascendente que eleva al peregrino hacia la espiritualidad. Este diseño, además de su funcionalidad, es una obra maestra de simetría y proporción, destacando los mármoles y jaspes utilizados en su construcción.
Materiales y técnicas utilizadas
Los materiales y técnicas empleados en la Capilla Mayor son testimonio de la maestría de los artistas y artesanos de diversas épocas. La transición del románico al barroco se refleja en el uso combinado de piedra, madera dorada y metales preciosos. La base románica, construida con granito local, proporciona una solidez perenne, mientras que el barroco introduce materiales más ornamentales como mármoles y jaspes para zócalos y columnas salomónicas.
El trabajo en madera, especialmente visible en el baldaquino y las tribunas altas, es un ejemplo sobresaliente de la técnica del dorado y el estofado, que dotan de una luminosidad especial a las superficies. El uso de plata, como en el camarín de Santiago, realza la riqueza visual del espacio, mientras que las técnicas de fundición y cincelado, empleadas por orfebres como Juan de Figueroa, aportan detalles minuciosos que reflejan un dominio artístico excepcional.
La pintura de la bóveda medieval, realizada por artistas como Gabriel Fernández y Antonio de Romay, es otro elemento destacable, pues utiliza pigmentos brillantes y técnicas de dorado para crear un efecto de luz que conecta simbólicamente el cielo con la tierra. Estas técnicas y materiales no solo embellecen, sino que narran la historia de un espacio construido para inspirar y trascender.
El Retablo Mayor: Obra Maestra del Barroco Gallego
Autores y características artísticas
El Retablo Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela es una joya del barroco gallego, concebido para impresionar tanto por su riqueza como por su complejidad. Fue diseñado y ejecutado por algunos de los mejores artistas del siglo XVII, entre los que destacan Fray Gabriel de las Casas como ideador del proyecto y el orfebre Juan de Figueroa, quien materializó gran parte de las piezas en oro y plata. Este retablo se caracteriza por su estructura monumental, que combina madera tallada, dorada y policromada, con metales preciosos que añaden brillo y majestuosidad al conjunto.
El diseño sigue un esquema vertical, dividido en calles y cuerpos que enmarcan esculturas y relieves de gran dinamismo. Su disposición piramidal culmina con un rompimiento de gloria, un recurso teatral que acentúa el carácter celestial del altar. Los detalles ornamentales, que incluyen volutas, angelotes y motivos vegetales, reflejan la opulencia barroca y la intención de crear un espacio de devoción y admiración.
Iconografía: figuras y su significado
El retablo es un despliegue iconográfico cuidadosamente elaborado que exalta la figura de Santiago el Mayor, patrón de España. En el centro destaca la imagen del Santiago Sedente, una escultura medieval vestida con una esclavina de plata y piedras preciosas, símbolo de la protección divina sobre los peregrinos. La figura está acompañada por representaciones de episodios clave en la vida del apóstol y su vínculo con la cristiandad, como la Batalla de Clavijo, donde aparece como Santiago Matamoros.


En el remate, el rompimiento de gloria con ángeles y querubines señala la presencia divina, mientras que las Virtudes Cardinales en los extremos del retablo refuerzan el mensaje moral del conjunto. Además, los relieves del altar mayor narran pasajes bíblicos y episodios del Apocalipsis, evocando la promesa de redención para los fieles. Este simbolismo, combinado con la riqueza material, convierte al retablo en un catecismo visual de gran impacto emocional.

Influencias y comparativas con otros retablos
El Retablo Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela refleja influencias directas de grandes obras barrocas españolas e italianas, particularmente del Baldaquino de San Pedro en Roma, diseñado por Bernini. La idea de cubrir el altar con un baldaquino de proporciones monumentales, sostenido por angelotes en lugar de columnas, es una interpretación gallega de esta referencia universal.
En el ámbito hispano, comparte similitudes con los retablos de otras catedrales como el de la Catedral de Sevilla, aunque destaca por su carácter único al fusionar materiales locales como el mármol y el jaspe con una iconografía profundamente arraigada en la tradición compostelana. La integración de esculturas de alta calidad y un diseño que combina lo celestial y lo terrenal hacen de esta obra un modelo inigualable dentro del barroco gallego.

Por su monumentalidad y riqueza artística, el Retablo Mayor de Santiago no solo es un ejemplo del esplendor barroco, sino que también sirve como punto de referencia en la evolución de los retablos catedralicios en España, siendo objeto de admiración por su capacidad de inspirar devoción y marcar una identidad propia en la arquitectura sacra.
Significado Religioso y Simbólico de la Capilla Mayor
Relación con el Apóstol Santiago y las Peregrinaciones
La Capilla Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela es el corazón espiritual de uno de los centros de peregrinación más importantes del mundo cristiano. Su significancia radica en ser el epicentro de la devoción al Apóstol Santiago, quien, según la tradición, está sepultado en esta ciudad desde el siglo IX. Es precisamente este sepulcro, contenido dentro de un arca romana conocida como Arca marmorica, el que dio origen a la construcción de la primitiva iglesia prerrománica y, más tarde, a la gran catedral románica iniciada en 1075.
El simbolismo de la Capilla Mayor también está entrelazado con el papel de Santiago como patrono de España y protector en la lucha contra los enemigos de la fe cristiana, un concepto personificado en la figura del Santiago Matamoros. Desde este espacio sagrado se irradia la idea de una iglesia peregrina, unificadora de culturas y pueblos, que converge en la ruta jacobea como camino de fe y transformación espiritual. La presencia de la estatua del Apóstol Santiago, una obra medieval enriquecida con ornamentos barrocos, enfatiza esta función unificadora y su centralidad en la experiencia del peregrino.
El recorrido culmina en el abrazo al Apóstol en su camarín, acto simbólico de llegada y agradecimiento tras recorrer el Camino de Santiago. Bajo la cúpula del baldaquino, que encierra el sepulcro del Apóstol, los fieles encuentran un espacio que combina fe, arte y tradición, enfatizando la importancia de la Capilla Mayor como un lugar de encuentro entre el cielo y la tierra.

Ritualidad y Celebraciones que Giran en Torno a la Capilla Mayor
La Capilla Mayor de la Catedral es el escenario principal de las ceremonias litúrgicas más relevantes de la vida religiosa compostelana. Entre las celebraciones más emblemáticas se encuentran las vinculadas al Año Santo Compostelano, que atraen a miles de peregrinos para ganar el Jubileo, y los actos solemnes de la festividad del Apóstol cada 25 de julio.
La riqueza litúrgica de este espacio se realza con el botafumeiro, un incensario monumental que simboliza la oración elevándose al cielo. Su vuelo sobre el crucero de la catedral es una de las imágenes más icónicas del culto jacobeo, especialmente durante las grandes eucaristías presididas por autoridades eclesiásticas y civiles.
El diseño del baldaquino y los elementos barrocos del altar mayor facilitan la teatralidad propia del rito católico en el Barroco, con un simbolismo que integra elementos como ángeles, cruces y relieves que refuerzan el carácter trascendental de los actos celebrados en la capilla. A esto se suma el canto del coro y el acompañamiento musical, que llenan el espacio de un ambiente sacro de gran intensidad.
Además, la Capilla Mayor es también el punto central de actos privados y públicos de veneración, como los responsos en honor a grandes benefactores y arzobispos sepultados en sus cercanías. La incorporación de ornamentos donados a lo largo de los siglos, desde lámparas votivas hasta piezas de platería, refuerza su condición de espacio de riqueza simbólica y material, testigo de una devoción que trasciende generaciones.
En su conjunto, la Capilla Mayor no solo es un punto focal para los peregrinos que llegan a Compostela, sino también un lugar donde la historia, la arquitectura y la espiritualidad se fusionan para formar un testimonio único del legado de la fe cristiana en Europa.
Curiosidades y Datos Interesantes
Anecdotario Histórico y Cultural
La Capilla Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela está impregnada de historias que reflejan la evolución religiosa, cultural y artística de este emblemático monumento.
Uno de los momentos más destacados en su cronología ocurrió cuando el Arzobispo Diego Gelmírez decidió modificar la construcción original para dar paso a elementos románicos y, posteriormente, barrocos que hoy la caracterizan. Esta decisión transformó el espacio litúrgico en una obra maestra decorada con metales preciosos y símbolos teológicos que subrayan la importancia del Apóstol Santiago como protector espiritual de España.
Asimismo, durante siglos, el lugar fue un punto de sepultura de privilegio para arzobispos, consolidando su relevancia histórica. Los cambios introducidos en épocas posteriores, como las contribuciones del arzobispo Monroy en el siglo XVII, le aportaron un carácter aún más suntuoso gracias a donaciones de figuras nobles de distintas partes del mundo, especialmente de América Latina.
Leyendas Asociadas a la Capilla Mayor
La Capilla Mayor no solo destaca por su arquitectura y riqueza material, sino también por las leyendas que la rodean. Una de las más conocidas es la que narra que bajo el baldaquino, donde se encuentra el altar principal, reposan en secreto reliquias del propio Apóstol Santiago, custodio de los peregrinos. Según esta historia, estas reliquias han protegido la ciudad durante momentos críticos, incluyendo asedios y guerras.
Otra fascinante leyenda menciona la figura de Santiago como “Matamoros”, cuyo espíritu guerrero se siente reflejado en la imponente escultura de Santiago Caballero de Clavijo, que parece cobrar vida sobre su blanco caballo. Esta representación barroca alude al mito de su aparición milagrosa en la batalla de Clavijo, reforzando el vínculo entre la devoción popular y las gestas históricas.
Influencia en la Literatura y el Arte
La Capilla Mayor ha sido un tema recurrente en la literatura y el arte a lo largo de los siglos. Escritores medievales, como el autor del "Codex Calixtinus", exaltaron la magnificencia del espacio y lo vincularon con la fe de los peregrinos.
En la época barroca, el esplendor decorativo de la Capilla inspiró numerosas obras poéticas y musicales dedicadas al Apóstol Santiago. Además, artistas como Mateo de Prado y Domingo de Andrade aportaron un estilo artístico único que sigue siendo estudiado como una cúspide del barroco compostelano.
En la pintura contemporánea y la fotografía, los juegos de luces y sombras sobre el baldaquino y la cúmula dorada continúan impresionando a los creadores, quienes encuentran en la Capilla Mayor una fuente inagotable de inspiración visual y espiritual.
Conclusión
Resumen de la importancia de la Capilla Mayor en la historia, el arte y la fe
La Capilla Mayor de la Catedral de Santiago de Compostela se alza como un símbolo de espiritualidad, tradición y excelencia artística. Su historia refleja la evolución de estilos arquitectónicos y su rol como epicentro de la devoción al Apóstol Santiago, núcleo del culto jacobeo que dio origen al Camino de Santiago. Desde su primitiva configuración romana y románica hasta su imponente transformación barroca, este espacio ha sido testigo de generaciones que buscaron honrar al Apóstol y su legado.
El arte que adorna la Capilla Mayor, con su extraordinario baldaquino, su camarín revestido en plata y las figuras emblemáticas de Santiago Peregrino y Santiago Caballero, trasciende la estética; es un testimonio de la fusión entre fe y cultura. Las innumerables donaciones, las historias de patronazgo real y la influencia de artistas de renombre subrayan su trascendencia como patrimonio histórico y artístico único, posicionándola como una joya que resume la esencia espiritual y cultural de Santiago de Compostela.
Invitación a descubrirla en persona
Experimentar la magnificencia de la Capilla Mayor es sumergirse en la historia viva del arte y la fe cristiana. Más allá de las imágenes o descripciones, recorrer este espacio envuelto en detalles barrocos y románicos es una experiencia capaz de conmover al visitante y de conectar con la espiritualidad que ha definido este santuario durante siglos.
Ya sea como peregrino o turista, visitar la Capilla Mayor en persona brinda la oportunidad de apreciar cada detalle: desde los angelotes que sostienen el baldaquino hasta la serenidad del camarín de Santiago. Es un llamado a descubrir no solo un patrimonio cultural de inigualable valor, sino también a formar parte de la tradición y el fervor que han dado vida a la Catedral. Déjate inspirar por la atmósfera única de este lugar y lleva contigo un pedazo del espíritu compostelano.
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