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Capilla de las Reliquias

PLANO
CATEDRAL

Introducción a la Capilla de las Reliquias

La Capilla de las Reliquias, ubicada dentro de la Catedral de Santiago de Compostela, es un espacio cargado de historia, arte y devoción. Este emblemático lugar alberga el Tesoro de la Catedral y ha sido testigo de siglos de tradición religiosa y cultural, reflejando la importancia del culto a las reliquias desde la Edad Media. Este artículo explora los aspectos más destacados de esta capilla y su papel como guardian de reliquias sagradas y tumbas reales.



Historia y origen de la Capilla

Originalmente concebido como espacio para el cabildo catedralicio, el lugar que hoy ocupa la Capilla de las Reliquias fue destinado en 1641 a albergar los restos sagrados trasladados desde la contigua Capilla de San Fernando. La veneración de reliquias como huesos, fragmentos de tela o artefactos vinculados a santos alcanzó su auge durante la Edad Media, una tradición impulsada en parte por el "Pío Latrocinio" del arzobispo Gelmírez, quien incorporó valiosas reliquias de Braga al relicario de Santiago.


La entrada y estructura de la capilla

 Desde la nave principal de la Catedral de Santiago de Compostela, una puerta barroca del siglo XVII conduce a una sala de bóvedas nervadas que conecta el claustro con dos capillas: San Fernando y las Reliquias. La Capilla de las Reliquias se accede por un elegante arco mixtilíneo, posiblemente obra de Ginés Martínez, con influencia salmantina. Su interior impresiona por una nave alta coronada por una magnífica bóveda calada, reflejo del último gótico burgalés, que realza la riqueza histórica y arquitectónica del espacio. 

Entrada a la Capilla de las Reliquias.
Entrada a la Capilla de las Reliquias.
Retablo y bóveda estrellada y calada de la Capilla de las Reliquias
Retablo y bóveda estrellada y calada de la Capilla de las Reliquias

El retablo neogótico y su riqueza artística

Uno de los elementos más sobresalientes de la capilla es su retablo de madera de cedro cubano, elaborado en 1924 por Maximino Magariños bajo diseño de Rafael de la Torre. Inspirado en el estilo neogótico y en el retablo de San Nicolás de Burgos, destaca por su medallón de Santiago Ecuestre y su riqueza en relicarios. Este retablo reemplazó al original manierista de 1630, obra de Bernardo Cabrera y Gregorio Español, destruido por un incendio en 1921.

Detalle del medallón con Santiago Peregrino que destaca en el retablo de Maximino Magariños.
Detalle del medallón con Santiago Peregrino que destaca en el retablo de Maximino Magariños.

Reliquias destacadas del Tesoro de la Catedral

Entre las reliquias conservadas en la capilla destacan el busto relicario de Santiago el Menor, realizado en 1322; el relicario de Santiago Coquatrix, obra de un taller parisino del siglo XIII-XIV; y otros relicarios de Santa Paulina y Santa Florina. 

Entre otros, vemos aquí el busto relicario de Santiago Alfeo o el Menor y el de Sta. Florina. También el Santiago de Roucel, Sto. Domingo, y Santiago Coquatrix
Entre otros, vemos aquí el busto relicario de Santiago Alfeo o el Menor y el de Sta. Florina. También el Santiago de Roucel, Sto. Domingo, y Santiago Coquatrix

El Panteón Real: Historia y sepulcros

Origen del Panteón Real en la Capilla

Desde 1535, la Capilla de las Reliquias acoge también el Panteón Real, trasladado desde el brazo norte del transepto, donde hoy se encuentra la capilla de Santa Catalina. Aunque planeado desde la construcción románica de la catedral, el Panteón Real se limitó a albergar una serie reducida de sepulcros reales.

Sepulcros reales y sus representaciones

Entre los sepulcros destacados se encuentra el de Fernando II (muerto en 1188), representado en un profundo sueño, un estilo replicado en los yacentes góticos de Alfonso IX (1230) y Raimundo de Borgoña (1107). Otros sepulcros incluyen el del Conde de Traba, Pedro Froilaz, y el de Doña Berenguela, esposa de Alfonso VII, cuya estatua presenta ropajes posteriores a su época.

Sepulcro de Fernando II de León, del taller del Maestro Mateo.
Sepulcro de Fernando II de León, del taller del Maestro Mateo.
Sepulcro de Alfonso IX, gótico. Fue el promotor de la consagración de la catedral en 1211, y murió en 1230.
Sepulcro de Alfonso IX, gótico. Fue el promotor de la consagración de la catedral en 1211, y murió en 1230.
Sepulcros de Doña Berenguela, de comienzos del XIII, de Raimundo de Borgoña, y de doña Juana de Castro, en el Panteón Real de la Capilla de las Reliquias
Sepulcros de Doña Berenguela, de comienzos del XIII, de Raimundo de Borgoña, y de doña Juana de Castro.
Sepulcros de Raimundo de Borgoña y de Doña Juana de Castro, del último tercio del XIV.
Sepulcros de Raimundo de Borgoña y de Doña Juana de Castro, del último tercio del XIV.

Controversias en la identificación de los sepulcros

El traslado y la falta de epitafios han generado dudas sobre la identificación de los sepulcros, sumando un elemento de misterio y debate histórico. Ejemplos notables incluyen el caso del emperador Alfonso VII y su hermana Sancha, quienes incumplieron la promesa de ser enterrados en la basílica.



Conclusión: La importancia histórica y cultural de la Capilla de las Reliquias

La Capilla de las Reliquias no solo constituye un espacio para la veneración religiosa, sino también un valioso testimonio de la historia del arte y la cultura en Santiago de Compostela. Sus reliquias, arquitectura y panteón real consolidan su relevancia como uno de los más importantes enclaves dentro de la Catedral y en la historia del peregrinaje jacobeo.