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Capilla del Pilar

PLANO
CATEDRAL

Introducción: La Capilla del Pilar, un tesoro barroco en la Catedral

La Capilla del Pilar de la Catedral de Santiago de Compostela es un ejemplo magnífico del barroco español, destacando por su riqueza decorativa, su historia vinculada a grandes arquitectos y arzobispos, y su ubicación estratégica junto al altar mayor. Este espacio combina arte, devoción y funcionalidad, consolidándose como uno de los puntos clave del recorrido catedralicio.

Capilla del Pilar: Vista general desde la entrada.
Capilla del Pilar: Vista general desde la entrada.

Origen y ubicación de la Capilla del Pilar

La capilla ocupa el lugar donde anteriormente se encontraban las capillas románicas de San Andrés y San Martín (o San Fructuoso). Este espacio, liberado tras su demolición, se encuentra en el deambulatorio y la girola, en un punto cercano al altar mayor. Inicialmente, el cabildo planeó construir una gran sacristía, pero la intervención del arzobispo Monroy cambió su destino, transformándola en una capilla dedicada a la Virgen del Pilar.


El papel de Domingo de Andrade y Fernando de Casas en su construcción

 El proyecto comenzó en 1696 bajo la dirección de Domingo de Andrade, quien trabajó en la obra durante 15 años. En 1711, su delicada salud lo llevó a ceder la responsabilidad a Fernando de Casas, su sucesor. Casas mantuvo la esencia barroca del diseño y, bajo su dirección, la construcción avanzó hasta finalizarse en 1719. Ambos arquitectos dejaron su huella en esta obra, conectándola estilísticamente con otros elementos emblemáticos de la catedral, como la fachada del Obradoiro. 


La influencia del arzobispo Monroy y su legado funerario

 El arzobispo Monroy fue un actor clave en la transformación del espacio en una capilla. Financió íntegramente la obra, aunque falleció en 1715 antes de verla concluida. Su monumento funerario, situado a la derecha de la entrada, es una pieza destacada, tallada en mármol con un realismo sorprendente por Fernández Sande. Este escultor también creó las imágenes de los retablos, a excepción de la Virgen del Pilar, traída de Zaragoza. 

Detalle de la gran lápida en mármol negro con el epígrafe funerario laudatorio del arzobispo Monroy.
Detalle de la gran lápida en mármol negro con el epígrafe funerario laudatorio del arzobispo Monroy.

Decoración interior: Mármoles, jaspes y el retablo mayor

 La decoración barroca de la capilla se caracteriza por el uso de mármoles, jaspes y detalles dorados y pintados que aportan dinamismo y color. El retablo mayor, obra de Miguel de Romay, probablemente diseñado por Fernando de Casas, refleja similitudes con la fachada del Obradoiro en su ornamentación. Destaca un lienzo central de Juan Antonio García de Bouzas, que representa la aparición milagrosa de la Virgen del Pilar a Santiago y sus discípulos. 

Detalle de uno de los muros laterales con las ventanas fingidas con audaz perspectiva y uso de mármoles.
Detalle de uno de los muros laterales con las ventanas fingidas con audaz perspectiva y uso de mármoles.
Detalle de la cajonería barroca en maderas nobles e incrustaciones
Detalle de la cajonería barroca en maderas nobles e incrustaciones

La cúpula: Motivos jacobeos y luz celestial

 La cúpula de la capilla es un elemento arquitectónico impresionante. Decorada con símbolos jacobeos, como cruces de Santiago, conchas de vieira y arcas, rinde homenaje a la tradición compostelana. Los escudos del arzobispo Monroy, entre hojas y frutas, se integran en esta ornamentación. La luz que penetra a través del capulín potencia los colores y la riqueza de los materiales utilizados. 

La cúpula, decorada con motivos jacobeos – arcas, cruces de Santiago y conchas de vieira
La cúpula, decorada con motivos jacobeos – arcas, cruces de Santiago y conchas de vieira

Acceso y mobiliario: Rejas de bronce y cajoneras únicas

 El acceso a la capilla desde la girola se realiza a través de dos rejas de bronce fundidas en 1721, cuyo diseño refleja el estilo de Fernando de Casas. Dentro de la capilla, destacan las cajoneras de madera noble situadas en los nichos laterales del altar. Confeccionadas en ébano, caoba, marfil y carey, estas piezas son consideradas algunas de las más valiosas del mobiliario de la Catedral. 

Acceso a la Capilla del Pilar. Las rejas están fundidas en 1721
Acceso a la Capilla del Pilar. Las rejas están fundidas en 1721

Conclusión: La Capilla del Pilar como joya del barroco compostelano

 La Capilla del Pilar no solo es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura barroca, sino también un espacio que refleja la historia y la devoción de Santiago de Compostela. Su riqueza artística, desde los mármoles hasta el retablo mayor, y su conexión con figuras clave como Monroy y los arquitectos Andrade y Casas, hacen de este lugar un imprescindible en la visita a la Catedral.